Bienvenidos a mi blog!!

En él encontrarán todo lo que quieren saber acerca de Psicología y Filosofía: informes, artículos, notas, entrevistas a profesionales, videos, sugerencias de películas, programas de TV y libros, y mucho más... Y no te olvides de las clases particulares!!! Dejá tu mensaje...

lunes, 11 de marzo de 2013

¿Te atreves a soñar?

Mirá este video increíble que te invita a soñar y a salir de tu zona de confort:

http://youtu.be/i07qz_6Mk7g





Atención a la diversidad en el aula



La realidad nos muestra que, cada vez más frecuentemente, la diversidad es protagonista en las aulas. Esta diversidad abarca 8 dimensiones:


  1. Las expectativas.
  2. La motivación.
  3. Los estilos de aprendizaje.
  4. Los intereses.
  5. La personalidad.
  6. Las capacidades.
  7. Las dificultades de aprendizaje.
  8. Los factores socio-económico-culturales.
Anteriormente, el docente elegía un método o estilo de aprendizaje, y el que no respondía a él, fracasaba; no se tenían en cuenta las expectativas de los alumnos ni sus intereses y la motivación no existía. Aquel alumno que presentaba dificultades, era marginado por sus maestros y pares, lo mismo que aquel que procedía de un contexto socio-cultural y familiar diferente del resto.

En la actualidad, hay tres formas de trabajar con la diversidad:

  1. Apertura y flexibilidad del currículum: la práctica educativa se adapta a las características del grupo áulico.
  2. Optatividad: de forma esporádica o en determinadas actividades o talleres, se les da a los alumnos la posibilidad de elegir una metodología de estudio o materias extraprogramáticas, fomentando el interés dentro del marco educativo.
  3. Adaptación curricular: es de carácter personal para los alumnos con Necesidades Educativas Especiales.
El grupo de trabajo áulico es la viva manifestación de la diversidad (de intereses, situaciones, motivaciones y capacidades) y es donde se materializa el proceso de aprendizaje a la luz de la diversidad.

Estas propuestas, aplicadas en forma transversal y cotidiana en el aprendizaje, cumplen un rol preventivo ante los factores de riesgo que pueden desencadenarse, si no se atiende a la diversidad en el aula.

El profesor debe ocuparse de conocer precozmente al grupo de alumnos, detectando las desigualdades, para integrarlas en su proyecto de aprendizaje de forma enriquecedora y contenedora. De esta manera, gestará un grupo de trabajo donde haya cooperativismo, donde el aprendizaje sea entre todos y para todos, donde se aprenda de forma interactiva.



La Diversidad en el aprendizaje




La diversidad en el aprendizaje se relaciona con: diferentes intereses, diferentes expectativas, diferente autonomía, diferente afectividad, diferentes características intelectuales y diferentes ritmos de aprendizaje.

La diversidad, en sí misma, es enriquecedora, ya que las diversas motivaciones, valores y niveles socio-económicos, así como los diversos estilos de aprendizaje, posibilitan situaciones de encuentro, de resolución de conflictos, impulsando el uso de distintas estrategias didácticas y actividades que hagan viable el aprendizaje de todos.

La propuesta, entonces, es: favorecer la autoestima, fomentar la integración de las relaciones personales, descubrir y desarrollar las potencialidades de los alumnos, para que, así, las características personales de cada uno, puedan enriquecer y favorecer la tarea educativa.

Inteligencia Emocional



La Inteligencia Emocional se expresa a través de ciertas competencias o capacidades que posee la persona. Entre ellas están:


  • Capacidad de controlarse a sí mismo, autoconfianza y motivación para realizar las tareas que le competen.
  • Capacidad de escuchar y de comunicarse verbalmente.
  • Capacidad de adaptarse a los cambios y de dar respuestas creativas a los contratiempos.
  • Capacidad de cooperación, de trabajo en equipo y habilidad para negociar en situaciones conflictivas.
  • Capacidad de sentirse orgulloso de los logros obtenidos y también de reconocer y ponderar los de los demás.
  • Buen humor y capacidad para aceptar las críticas de los demás.
  • Capacidad de sentir un profundo interés por las necesidades de los otros.
  • Sentido común y habilidades prácticas.
  • Capacidad para reconocer las fortalezas y debilidades.
La Inteligencia Emocional puede ser cultivada, siempre y cuando, te ocupes de conocer y trabajar tus sentimientos y emociones.