"Lo único que tenemos que pensar es qué es lo mejor para los chicos." Con esta frase, el ex alcalde de la ciudad de Washington Adrian Fenty explicó el objetivo final que perseguía la reforma que instrumentó en el sistema educativo durante su gestión entre 2007 y 2010.
"Lo que intentamos fue convertir en eficiente, como si se tratara de un sistema de educación privado, el sistema de educación público. Pudimos generar muchísimos cambios y, por supuesto, los resultados se verán con los años", agregó a La Nacion el ex alcalde y dirigente del Partido Demócrata, que visitó el país para disertar en Buenos Aires Futura, un espacio de reflexión sobre la tecnología y el mundo actual.
"Los fracasos de los sistemas escolares en parte se deben a que se han creado estructuras que no responden a las necesidades de los alumnos", sostuvo Fenty, cuya reforma incluyó la reestructuración de todo el sistema de educación pública primaria.
Denominado Education Manifesto, el proyecto buscó potenciar las escuelas públicas con mejor rendimiento del distrito, reformular las que ofrecían una educación de calidad deficiente e implementar procesos de evaluación periódica a profesores. En este último punto fue donde encontró más resistencias, especialmente en los sindicatos.
Sin embargo, Fenty contó que los maestros aceptaron el cambio. "Muchos están muy contentos de ser tratados como profesionales", afirmó.
"Reformamos no sólo lo que tiene que ver con los recursos humanos, sino también con la incorporación de idiomas -añadió-. El sistema estaba tan quebrado que demandará un tiempo poder ver los resultados."
Así, se estableció un esquema de remuneración y evaluación del sistema educativo en el que los maestros son remunerados o despedidos según su desempeño. Bajo el nuevo esquema, los maestros de las escuelas públicas de Washington recibirán un aumento salarial de 21,6% a cambio de eliminar los beneficios de antigüedad y permanencia, para que todos, luego de una evaluación, puedan ser ascendidos o dejados cesantes según su desempeño en el aula.
Para poder evaluar a los docentes, el sistema de puntaje se divide en dos. Un 50% del rendimiento se mide a través de las notas de los alumnos en exámenes estandarizados. Y el otro 50%, a través de cinco evaluaciones en clase de 30 minutos cada una, de las cuales tres son efectuadas por administradores de la escuela y dos, por "educadores maestros" externos a la escuela, pero que tienen experiencia en la materia enseñada por el maestro.
Sobre la base del puntaje recibido, se divide a los profesores en cuatro categorías: los peor evaluados salen del sistema educativo, en tanto que los que les siguen tienen un período de prueba de un año para mejorar su puntaje. Tras la evaluación de 2010, por ejemplo, 241 maestros fueron despedidos -aproximadamente un 4% del total- y 737 quedaron en período de prueba.
El nuevo sistema de remuneración recompensa generosamente a los maestros con alto desempeño. Aquellos que logren ciertas metas, como por ejemplo que sus alumnos superen las expectativas en exámenes estandarizados, pueden recibir un bono anual de entre 20.000 y 30.000 dólares.
"Acabar con las burocracias, que nos impiden hacer lo mejor para los alumnos, debería ser nuestro objetivo, porque la educación es el pasaporte a la erradicación de la pobreza", concluyó Fenty.
Fuente: La Nación.
Mi opinión: Me parece muy importante que se evalúe a los docentes, y que se les dé oportunidad de trabajar a docentes que realmente están capacitados, que no dejan nunca de formarse pero con el fin de progresar en la profesión, no para ganar más puntaje solamente. Me parece una buena medida para implementar.
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